Saber cuál es nuestro deseo en ocasiones puede ser muy
difícil y millones las causas de este desconocimiento.
Lacan dice que el deseo nos habita como si no
fuera nuestro.
El deseo es algo muy complicado de definir pero todos lo
hemos sentido en algún momento de nuestras vidas. Es como enamorarse, no
sabemos lo que es hasta que nos pasa. Hay pistas, por ejemplo el entusiasmo: ese motor que nos pone en marcha todas las
mañanas y eso que ocupa el pensamiento cuando nos vamos a dormir… es eso que
Bucay denominaba “lo que nos pone de novia/o con la vida”!!!
A veces toma forma de un “no querer”… no querer más algo en nuestras vidas: o sea el deseo de cambio!!!
No confundir deseo con Utopía según la Real Academia Española, la utopía, es un plan, proyecto, doctrina o sistema
optimista irrealizable en el momento de su formulación. Es irrealizable porque
quiero que el afuera cambie para mi
propia y absoluta felicidad .
Hay un sentimiento en común entre los polos “QUIERO ESTO y
el NO QUIERO MÁS ESTO” y es la angustia. Acercarnos al deseo es acercarnos a lo
desconocido de nosotros mismos; pero cuando intentemos hacerlo realidad, sin
importar el resultado, jamás seremos los
mismos!!! Y nos “encontraremos”
sorprendidos ante talentos (o recursos) que no creíamos tener.
Pero para llegar a este momento tenemos que saber formular
nuestro deseo con mucha precisión; y no hablamos de precisión en el vocabulario
solamente, sino, también, de estar en contacto con nuestra verdadera necesidad,
alejada de mandatos y requerimientos del ego ya sean egoístas, ególatras y/o
egocéntricos.
El deseo que nos
habita es el motor de búsqueda de cada
ser humano para alcanzar el propio destino, eso que nos hará fluir y nos hará
tomar contacto con la trascendencia de cada uno de nuestros actos y de nuestra
propia existencia; es nuestro propio desafío en esta vida y se ve expresado
entre otros datos, por el signo ascendente de la carta natal y los planetas de
la casa 1 si los hubiera.
Transitar este camino no es tan fácil; hay lazos que tironean:
el pasado, el Karma, la familia, los mandatos sociales y nuestros miedos. … Soltarlos
requiere de un trabajo personal y es un
desafío necesario si queremos enriquecer nuestra vida y nuestro entorno.